Nombre común: Los más usados son “Cíclido chocolate”, “Temporalis” o “Cíclido temporalis” en español, además tiene otros nombres locales o zonales; en Perú se le conoce por los nombres “Bufurque” y “Bujurqui”, en Ecuador como “Vieja”, en Brasil como “Acará açai”, en inglés “Emerald cichlid” y “Chocolate Cichlid”, en Francia como “Cichlidé émeraude”, en la Guyana Francesa como “Prapra”, y en alemán como “Rotgrüner Buntbarsch” y “Smaragdbuntbarsch”. Hypselecara temporalis.
• Etimología: Hypselecara proviene de la palabra griega hypseles = alto, altura y de la tupi-guaraní acará = cíclido.
• Antiguas denominaciones: La denominación original ha sido Heros temporalis Günther, 1862, además ha tenido las siguientes, no válidas: Cichlasoma temporale (Günther, 1862) Acara crassa Steindachner, 1875, Cichlasoma crassum (Steindachner, 1875), Heros goeldii Boulenger, 1897, Cichlasoma hellabrunni Ladiges, 1942.
Clasificación:
• Orden: Perciformes.
• Familia: Cichlidae (Cíclidos).
• Subfamilia: Cichlasomatinae.
• Tribu: Heroini.
Biotopo:
Amazónico, en aguas turbias y preferentemente en los remansos.
Distribución:
En la cuenca amazónica. En Perú en los ríos Ucayali y Amazonas, en Colombia en los afluentes que vierten en el Amazonas, en Brasil en el propio Amazonas, en el Solimôes y en todos los ríos del estado de Amapá y en el río Oiapoque (Oyapock), lagos Hyanuary y Saraca.
Forma:
Comprimido lateralmente, de cuerpo alto, y de aspecto robusto, esta especie posee una boca y labios llamativamente pequeños en relación a su tamaño, sus aletas impares están muy desarrolladas.
Las dos especies que actualmente componen al género Hypselecara se distinguen fácilmente ya que H. temporalis tiene un aspecto más “cuadrado” en tanto que H. coryphaenoides es de aspecto más alargado. También hay diferencias cromáticas, en tanto que los H. coryphaenoides son de un tono base marrón oscuro a negro, con una llamativa marca negra más o menos ovoide en disposición vertical.
Aunque los diferentes morfos de H. temporalis (según su distribución geográfica), sumado a los cambios de coloración del H. coryphaenoides según su estado: “neutral”, dominante, subdominante, dominado… complican a veces su identificación.
Coloración:
El tono base en modo “neutral” es variable según su procedencia, los hay con tonos amarillo-mostaza, verde oliva, u ocre, todos con una característica marca color “chocolate” en la mitad superior de su cuerpo que en su parte inferior se superpone a la fina banda horizontal, también tienen una marca similar aunque de menor tamaño en el pedúnculo caudal.
Desde el vientre hasta la zona inferior de la boca es de color rojo, al igual que el área circundante a los ojos. También este color está presente en las aletas conjuntamente con el tono amarillo-mostaza.
Tamaño:
Máximo en torno a los 30 cm, aunque generalmente observaremos ejemplares entre 18 y 22 cm.
Diferencias sexuales:
No son muy perceptibles, los machos adultos poseen una giba en la cabeza y son algo más grandes.
Temperatura:
Entre 25 y 30ºC, ideal 25 o 26ºC en acuarios.
Agua:
pH entre 5 y 7.5; GH entre 1ºd y 20ºd.
Acuario:
A partir de 250 litros para una pareja adulta, inicialmente se pueden mantener unos cinco ejemplares jóvenes, en cuanto observemos que se está formando una pareja debemos de retirar al resto. Agradecerán que tengamos el acuario plantado con especies robustas, preferentemente procurando rodear los tallos con piedras. Es importante poseer un equipo de filtración potente y combinarlo con cambios de agua semanales de un 20 a 25%.
Alimentación:
Vivo primordialmente, insectos, dafnias y gusanos, pero también aceptarán alimentos congelados, papillas y secos (hidratar siempre los gránulos y/o escamas previamente).
Comportamiento:
Teniendo en cuenta que es un cíclido de gran tamaño, su comportamiento es pacífico, excepto el intraespecífico (con los de su misma especie), pueden cohabitar con especies de medio y gran tamaño: Uaru, Mesonauta festivus, Metynnis hypsauchen (Silver dolar), Heros severus, loricáridos, etc.
Esperanza de vida:
Entre 6 y 8 años.
Reproducción:
La pareja seleccionará una superficie inclinada o inclusive una “pared” vertical. Tendremos que tener paciencia con ellos ya que como suele ser habitual con los escalares o con los discos, es muy posible que pierdan sus primeras puestas.
La puesta puede rondar el millar de huevos, y tras la eclosión por lo general son trasladados a una zona más segura, por ejemplo a una cavidad, debajo de un tronco, etc. A una temperatura de 25ºC eclosionarán en el tercer día, y al cabo de otros tres días más comenzarán a nadar libremente, momento en que aceptarán nauplios recién eclosionados de artemia.
