Dentro de los peces de acuario, los Killis son de las especies más famosas y mayor colorido. Son peces de agua dulce, los cuales forman parte de una gran familia en la que se agrupan diversas especies. A menudo son confundidos con peces de arrecifes de coral debido a los colores de su piel.
Los peces Killis, también conocidos como “carpas dentadas”, son parte de la familia de los Ciprinodóntidos y existen una gran variedad de distintas especies esparcidas por todo el mundo. Las aguas de Oceanía, el norte de Asia y el Noroeste de Norteamérica son las únicas regiones en las que se podrán encontrar en contadas ocasiones los peces de esta especie.
Su origen tiene lugar en aguas tropicales, pero con el tiempo se fueron adaptando a nuevas temperaturas y corrientes fluviales. Pueden vivir bien en climas fríos o intermedios, al igual que son capaces de sobrevivir en entornos inestables o con períodos de grandes sequías. Las charcas, arroyos o embalses son lugares que sufren de cambios climáticos muy extremos según sea temporada de sequía o de lluvia, pero los peces Killis pueden soportar estas condiciones de vida.
En condiciones de vida silvestre, los Killis viven en aguas quietas o en movimiento y suelen preferir el agua dulce. Aunque algunas especies tienen mayor resistencia en aguas salobres o incluso saladas.
Estos peces tienen una anatomía que simula un cilindro y pueden medir entre 3 y 7 cm. Sin embargo, debido a la gran variedad de variedades que existen de estos peces, algunas especies pueden crecer más. Por lo general su boca tiene un tamaño reducido y sus dientes son medianos. Se puede observar una pequeña planicie en la parte superior de la cabeza.
Sus dientes son bastante eficientes para conseguir comida porque son largos, curvos y tienen una punta muy afilada. Sus escamas son redondeadas en la mayoría de las especies y no suelen tener barbilla. Debido a su cuerpo alargado, son nadadores muy ágiles y rápidos. Las aletas pueden variar mucho según el tipo de especie. Algunos tienen aletas cortas y redondas, mientras que otros tienen aletas anchas y largas.
La diferencia entre los machos y las hembras es bastante evidente y se puede observar diferencias en la tonalidad de la piel y el tamaño. Los machos son más grandes y su piel tiene colores más variados e intensos. En cambio, las hembras tienen colores más apagados y crecen menos.
Existen algunas excepciones respecto a la socialización de los Killis, pero por lo general, suelen convivir varias hembras con un macho dominante. Normalmente, este macho no permite a otro de su mismo sexo porque podría amenazar su supremacía.
Los peces Killis pueden dividirse en más de 1250 especies distintas, por lo que es difícil generalizar sobre aspectos como su carácter o cuidados. Suelen ser muy pacíficos y tranquilos, por lo que son buenos candidatos para un acuario comunitario. Sin embargo, es necesario mantener separados a los machos para evitar agresiones. Por lo general, son fáciles de cuidar, aunque algunas especies requieren de más cuidados que otras. Es necesario conocer muy bien las necesidades de los peces que llevas a tu casa porque si no tienen los cuidados necesarios, podrían morir en tan solo unos meses.
Aunque la forma del cuerpo puede variar, todos tienen la aleta dorsal en la mitad trasera de su cuerpo. Los machos suelen tener tanto la aleta dorsal como la anal mucho mas grande que las hembras.
Tratar de clasificar a los Killis es muy difícil. Su cría seleccionada ha creado una gran variedad de peces y subespecies. Sin Embargo, la ciencia ha clasificado a estos peces según su reproducción para hacer más fácil este reconocimiento.
Estos son los que están expuestos a temporadas de sequía muy intensas. Crecen en charcos y cauces de agua pequeños que se secan cuando llega el tiempo de la sequía. Por lo general, la vegetación no logra sobrevivir a estas condiciones y muere. Los Killis han podido reproducirse y vivir en estos ambientes y al llegar la temporada de lluvias, el agua vuelve a crecer. En este punto, los huevos que fueron sepultados por los Killis salen del sustrato e interrumpen su estado latente, conocido como Diapausa para eclosionar y volver a poblar el espacio de sus padres.
Debido a que su ciclo vital es bastante corto, las larvas pueden llegar a su desarrollo bastante rápido. Después de unos 45 días, los Killis de este grupo alcanzan su edad adulta. En este punto están preparados para reproducirse y empezarán a crear territorios propios para que las hembras se sientan atraídas y puedan desovar varias veces al día. Del mismo modo, los nuevos adultos entierran los huevos en el sustrato y los huevos que hayan logrado ser fecundados, quedarán en estado latente hasta que su ecosistema cambie y les proporcione buenas condiciones de vida para eclosionar.
Algo importante de este grupo de Killis es que su esperanza de vida no suele superar el año, pero cuando se encuentran en acuario llegan a vivir un poco más. Factores como la calidad del agua, temperaturas intermedias y una alimentación que les proporcione los nutrientes que necesitan, ayudan a que esta especie de Killis viva más tiempo en un acuario doméstico.
Los géneros más comunes que se encuentran en las tiendas de mascotas de Killis anuales son Austrolebias, Simpsonichthys, Cynolebias (Sudamericanos) y Nothobranchius, Micropanchax ( Africanos).
Este tipo de Killis guarda bastante diferencia con el grupo anterior. Las condiciones de vida y desarrollo son bastante distintas entre ambos. Estas especies viven en formaciones de agua permanentes y no sufren de sequías. Sin embargo, no todo es tan fácil para los Killis no anuales, se trata de peces que deben sortear problemas con la calidad del agua donde viven. Esto ha originado que se conviertan en grandes saltadores y nadadores, hasta llegar a formaciones de agua con mejores condiciones de vida. En algunos casos, en su hábitat natural suelen sufrir, por lo que se ven obligados a salir de unas formaciones acuáticas a otras.
Esta especie sobrevive porque en la noche se protegen del calor y de la luz solar, por lo que los Killis deben mantenerse bien tapados para que no salten. Algunos cuidadores pueden llegar a perder a sus peces por este motivo. Si eso sucede, es importante colocar a los peces inmediatamente en el agua porque son capaces de estar fuera del acuario unas 2 horas. Esto confirma la resistencia de este tipo de peces.
Respecto a la reproducción, este grupo pone sus huevos sobre plantas, rocas, raíces o cualquier superficie cóncava que encuentren en el acuario. El desarrollo es bastante rápido porque pueden nacer solo unos días después del desove o eclosionar de 2 o 3 semanas después. La diferencia con el grupo anterior es que estos tardan mucho más en llegar a la etapa adulta de su vida y pueden pasar 5 o 6 meses hasta que alcanzan la maduración sexual. Debido a su lento crecimiento, las condiciones de vida en su hábitat natural y los cuidados que se les pueda brindar a esta especie en los acuarios domésticos, los Killis no anuales tienen una mayor esperanza de vida y pueden alcanzar entre los 2 y 3 años.
En este grupo podemos encontrar los Aphyosemion (En latín significa cola de bandera), Aphanius , Aplocheilus, Epiplatys, Rivulus agilae y Aph Platys duboisi.
Actualmente se pueden encontrar urnas bastante pequeñas, pero estas traen problemas significativos. Los acuarios de 20 litros se suelen vender como una buena opción para los principiantes, pero no lo son. Normalmente, estos acuarios tienen una capacidad de 40 cm de largo, por 20 de ancho y 20 de profundidad. En estas condiciones hay muchos límites a la hora de elegir peces y muchas dificultades al momento de mantener los parámetros del agua estables y sanos. Sin duda, la variedad de peces que albergan estas peceras son muy pequeñas y con una actividad biológica baja que no ensucie demasiado el acuario.
También hay que lidiar con el control de la reproducción porque el límite de habitantes en estos casos es bastante estricto y no se pueden exceder los límites. Las dificultades aumentan cuando se piensa en los accesorios, plantas y elementos que se introducen en el acuario, ya que estos restan espacio de agua limpia para los peces.
Aunque la idea de comprar una pecera pequeña para comenzar con algunos peces, parece la mejor, esto suele resultar en un revés mortal para los peces. Por regla general, los parámetros del agua son más fáciles de controlar cuando hay más agua. Los nitratos, nitritos y otros agentes tóxicos también son menos peligrosos cuando se encuentran diluidos en mayor cantidad de agua. Por todas estas razones es que los acuarios pequeños son difíciles de controlar y reservamos su uso para cuidadores especializados.
Cuando se trata de estos peces, el cuidador tiene que tener en cuenta que los Killis reúnen una gran variedad de especies distinguidas y sus cuidados varían entre sí. Sin embargo, podemos clasificar su cuidado en dos grandes grupos, los que crecen en selvas tropicales donde se desarrollan en arroyos o pantanos y los que crecen en bosques espesos. Estas condiciones de vida silvestre hacen que huyan de la luz excesiva y necesiten temperaturas que se encuentran entre los 20°C y los 23°C
El nivel de pH también puede variar según el origen de la especie de Killis que traigas a casa, pero su rango promedio es de 6.6 a 7.2 cuando se encuentran en condiciones de vida doméstica. En el pasado, se usaba una turba de musgo irlandés que se llenaba de sustrato para peces Killis. Aunque esta es una técnica que todavía se usa, es necesario tener las precauciones necesarias porque la turba podría volver el agua demasiado ácida. Lo mejor es usar productos especialmente indicados para este fin y que puedan mantener estable el nivel de pH del acuario.
De nuevo, la capacidad del acuario va a depender del tamaño de los Killis, pero un acuario de 30 litros está bien para una pareja de Killis. Las especies más grandes deben tener más espacio. También se debe tener en cuenta la reproducción de los peces porque los alevines también van a necesitar espacio.
La capacidad de la urna está directamente relacionada a la calidad del agua de los peces. El agua se mezcla con el sustrato, las toxinas y los desechos de los peces, por lo que si no hay un buen filtro o suficiente espacio para los peces, los agentes tóxicos se multiplicarán a niveles peligrosos para los peces. Cuando las condiciones del agua están contaminadas por químicos como el amoníaco -que se acumula en el fondo del acuario- puede provocar enfermedades o infecciones que llegan a ser letales para todos los habitantes del acuario. Debido a que los Killis son nadadores rápidos, necesitan un acuario largo y con poca profundidad.
Puedes evitar la grava y la arena, pero la mayoría de los cuidadores domésticos prefieren proporcionar a los peces una grava oscura o una turba para su comodidad. En el caso de que los Killis se reproduzcan en el fondo del acuario, la grava podría llegar a lastimar a los huevos y algunos puede que no alcancen a nacer debido a estas condiciones. La turba es más cómoda para este tipo de peces, pero es importante que no tenga fertilizantes.
La luz que va a recibir el acuario dependerá de la especie de Killis que lo vaya a habitar. Sin embargo, la mayoría no suele tolerar bien una exposición a la luz muy fuerte o prolongada, por lo que es mejor darles un acuario con poca luz.
Todos los peces, por las condiciones de su hábitat natural, tienen un rango de temperaturas en las que puede vivir. Cuando estos niveles cambian a temperaturas demasiado altas o bajas pueden llegar a morir. Los peces, a diferencia de muchos otros seres, no son capaces de mantener su temperatura interna. Todos los procesos metabólicos internos de su organismo necesitan de un nivel de temperatura específico según cada especie, por lo que suelen moverse hacia aguas más frías o cálidas según lo necesiten.
Estas especies se denominan poiquilotermos por su sangre fría. Aunque los peces pueden generar un pequeño grado de calor, este se disipa rápidamente en medios acuáticos. Algunos peces sí tienen la capacidad de regular su temperatura, pero no es el caso de los Killis, por lo que necesitan de cuidados específicos en el acuario.
Los efectos de llegar a la temperatura crítica pueden variar según si se trata de un punto crítico de temperatura baja o alta. En el rango mínimo de temperatura, los peces experimentan una reducción significativa de sus funciones vitales. Esto se debe a que su movimiento se reduce mucho por causa de la temperatura del agua. Cuando la temperatura es muy alta, también se observa una reducción de sus funciones vitales, pero se produce una mayor ventilación y movimiento debido a la falta de oxígeno.
Cuando se supera el límite de temperatura de cada especie, los efectos negativos en el comportamiento son inmediatos. La forma de nadar se vuelve errática y desordenada, y cuando la temperatura es muy alta, hay menos oxígeno en el agua y los peces empiezan a boquear. Cuando la temperatura es muy baja pasan a una etapa de poco o nada movimiento, lo que se denomina como “etapa de la anestesia”, donde de persistir, los peces pueden morir.
Cuando se corrige la situación de temperatura crítica, los peces tienen buenas esperanzas de vida y vuelven a su comportamiento habitual muy pronto. Sin embargo, cuando la temperatura es alta, la situación es más peligrosa. La asfixia y el déficit de oxígeno puede generar daños internos severos como afectaciones en las branquias.
Es importante mantener en un acuario a peces y plantas con requerimientos de temperaturas que puedan compartir, debido a que las incapacidades pueden causar problemas de salud. Es importante informarse sobre el tipo de temperatura que necesitan los peces y tener el acuario preparado para ellos. Los cambios y las condiciones en el traslado pueden hacer que los peces sufran de estrés y debilidad inmunológica. Si es necesario, proporcione un acuario separado para el nuevo pez y procure que tengan tiempo de descanso antes de adaptarse a los demás peces del acuario.
Los calentadores para acuarios están diseñados para regular el agua sin cambios bruscos de temperatura. Esta es una parte fundamental del cuidado de los peces porque su salud se puede ver afectada hasta el punto de la muerte si no cuentan con la temperatura que necesitan. Sin embargo, es necesario elegir uno que se adecúe a las necesidades particulares de los peces y del acuario en general.
Existen muchos calentadores para acuarios, pero siempre están pensados de acuerdo a la cantidad de litros de agua que puede llegar a albergar la urna. Por lo que es necesario elegir uno en la que su potencia nominal sea lo suficiente para calentar la totalidad del agua. Una regla general para elegir un calentador es uno que tenga 1 Vatio por cada litro de agua. Los Killis suelen necesitar un espacio de unos 30 litros para tener una vida sana, por lo que un calentador de unos 50 vatios está bien para ellos.
También es necesario elegir un modelo con un funcionamiento suave que no expulse golpes de temperatura que puedan causar episodios de shock en los peces. Los termostatos también son importantes para saber con precisión a qué temperatura se encuentran peces. Muchos calentadores tienen integrado un termostato para evitar comprar uno extra. Sin embargo, se recomienda tener un termómetro adicional para verificar la temperatura exacta que tiene el agua del acuario.
Es importante que el calentador funcione automáticamente porque ajustar manualmente la temperatura no es posible para la gran mayoría de cuidadores. Los modelos más recientes cuentan con la función de encendido y apagado automático para controlar la temperatura y ahorrar energía.
Debido a que es una pieza eléctrica con un objetivo muy definido, es importante que esté completamente sumergida en la parte central del acuario. Muchos cuidadores olvidan que los calentadores, por regla general, tiene mayor efecto sobre las zonas cercanas al aparato, lo que puede provocar temperaturas variadas en el acuario.
Los calentadores suelen tener cavidades, por lo que es necesario mantenerlos totalmente sumergidos porque algún pez, sobre todo los de tamaño reducido como los Killis, pueden quedar atrapados y morir por no poder regresar al agua. Recuerda que los Killis son buenos saltadores por lo que el acuario debe estar totalmente tapado y con el calentador dentro del agua.
Los calentadores siempre permanecen calientes cuando están en funcionamiento. Al momento de cambiar el agua del acuario y lavarlo, es necesario apagar el calentador y esperar a que se enfríe para poder sacarlo y evitar quemaduras. Siempre que saque el calentador del agua debe estar apagado para evitar averías en el equipo.
El acuario de cuarentena es un elemento fundamental para la salud de los peces y no todos le dan la importancia que merece. Este acuario ayuda a evitar enfermedades y problemas de salud para todos los habitantes del acuario.
Introducir incorporaciones nuevas siempre presenta dificultades que pueden estar ocultas. Los peces, invertebrados, plantas o incluso rocas, pueden ser el origen de epidemias dentro del acuario principal
Un examen visual del nuevo ejemplar que va a entrar en contacto con los demás no es suficiente para conocer su verdadero estado. En la tienda o en el camino hasta ella pueden haber muchas situaciones de contaminación cruzada. En los peores casos, puede que alguna nueva incorporación esté incubando alguna enfermedad que todavía no muestra síntomas visibles.
Existen algunas especies determinadas, como las Corydoras, que son capaces de transmitir enfermedades ictícolas sin que ellas sufran los síntomas. Por todos estos factores de riesgo es necesario mantener un acuario auxiliar donde todos los nuevos peces, plantas o rocas pueden estar un tiempo de cuarentena para evitar riesgos para los demás peces.
También es importante tener un acuario de cuarentena para llevar a cabo los tratamientos médicos de forma individual. En un acuario comunitario, todos los habitantes se nutren de la misma cadena de agua y los mismos alimentos. Conviene tener un acuario auxiliar en caso de tratamientos con antibióticos y evitar que los peces sanos tomen estas dosis. Mantener las dosis exactas de medicación en un acuario grande es más difícil y costoso, mientras que en acuario de cuarentena con sólo un integrante es más fácil de controlar.
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